Análisis de la paridad de género en el Poder Ejecutivo de Esteban Echeverría
- Observatorio E.E
- 11 jun 2020
- 7 Min. de lectura
Introducción:
En el presente ensayo intentaremos analizar la paridad de género en la estructura jerárquica del Poder Ejecutivo en el partido bonaerense de Esteban Echeverría. Dicho análisis busca abordar, desde una perspectiva feminista, la construcción del rol de la mujer política en el ámbito del gobierno local.
A lo largo del presente se analizará el presupuesto de gastos aprobado por el Honorable Concejo Deliberante para el año 2020, en busca de identificar y construir un verdadero mapa del Poder Ejecutivo local. (expediente municipal 4035:60484/EX/2019).
Dicho análisis contará de dos ejes fundamentales para entender la paridad de género en el Ejecutivo Municipal. El primero analiza la cantidad de puestos en la estructura de poder que son ocupados por hombres y por mujeres, es decir será un análisis que cuantifica los cargos a través de la variable “género”, teniendo en consideración el orden jerárquico de los puestos en manos de hombre y mujeres . El segundo eje encuentra un análisis de la construcción del “rol de la mujer” en la intendencia de Fernando Gray, entendiendo que dicha construcción es la que demarca el acceso, permanencia y la función que se le asigna a la mujer en el orden de lo socio-simbólico.
No podemos dejar de mencionar la escasez de información con la que contamos debido a la falta de transparencia y el nulo acceso a la información pública que la gestión del Intendente Fernando Gray propicia a la ciudadanía, las cuales incumplen con la Ley nacional N° 27.275.
Palabras claves: Género, mujer, feminismo, presupuesto de gastos, Fernando Gray, Esteban Echeverría, Paridad, Poder Ejecutivo, Gobierno Local.
La estructuración histórica del rol de la mujer en la política
En la estructura administrativa del Estado, ya sea en el ámbito nacional, provincial o local, se presentan desigualdades jerarquías basadas en un prejuicio de género. Para decirlo en otras palabras: cuando la mujer, en su carácter de trabajadora, pudo acceder a la administración pública los lugares a los que fué destinada se estructuraron en una desigualdad de hecho: los puestos a los que accede son de baja jerarquía y si logra escalar en dicha estructura jerárquica su labor está destinado a la que muchas autoras feministas llaman “roles del cuidado”, es decir que su participación en la política y la administración pública perpetúa la imagen de la “ mujer madre” o la “mujer cuidadora”.
La paridad de género en el Ejecutivo local
Tras el análisis pormenorizado del presupuesto 2020 logramos establecer un patrón que llamaremos “escala de jerarquías” la cual establece una ecuación muy simple: “ mientras más altos los escalafones del Estado, menor cantidad de mujeres” y viceversa. Para entender lo antes dicho cabe explicar que la administración pública local se estructura en lo que se podría denominar una línea de mando vertical, donde el jefe máximo es el intendente, en nuestro caso de estudio Fernando Gray, el cual es elegido por el voto popular a través de elecciones democráticas y regulares. Bajo su conducción el poder se delega en funcionarios designados directamente por el, es decir que no son electos democráticamente sino designados arbitrariamente por el intendente. (Véase cuadro N° 1)

Ahora bien, cuando analizamos con dichos parámetros el presupuesto 2020 la paridad de género en el Ejecutivo local nos arrojará un resultado proporcional. Donde el 59% de los cargos del Ejecutivo local son ocupados por hombres y el 41% por mujeres[1]. Pero el orden en esa escala de jerarquía guarda la verdadera desigualdad. Las secretarías, son ocupadas por un 73% de los secretarios que son hombres contra un 23% que corresponden a mujeres. Las subsecretarías encuentran al 77% de los subsecretarios en manos de los hombres y al 23% en mujeres. Ahora bien, cuando descendemos en la estructura jerárquica nos encontramos con mayor porcentaje de mujeres, lo cual no hace a una paridad per se. Las direcciones generales presentan un 57% de los cargos en manos de los hombres contra un 43% que son mujeres, en las direcciones el 54% de los directores son hombres contra un 46% que son mujeres Las coordinaciones se ven en un 56% en manos de los hombres y un 44% en mujeres. (Véase gráfico N°2).

Recordando la ecuación antes planteada: “mientras más altos los escalafones del Estado menor cantidad de mujeres” y viceversa y con el análisis que realizamos podemos decir que esta ecuación se aplica en el Poder Ejecutivo en la gestión del intendente Fernando Gray. Es así que cuando ascendemos por la disposición vertical de poder vemos como el número real de mujeres en los puestos de poder empiezan a mermar demostrando que no existe una paridad de género real, o poniéndolo en otros términos se podría inferir que la paridad de género en la Municipalidad de Esteban Echeverría se estructura en el orden jerárquico de la desigualdad de género. (Vease grafico N°3)

Ir más allá de una paridad democrático-patriarcal
Analizar la realidad a través de una perspectiva feminista nos obliga a redoblar la apuesta a la hora de abordar el poder real, y con ello comenzamos a pensar cómo se estructuran los “roles” a los que está sujeta la mujer en la actual gestión de gobierno.
Entendemos que las estructuras estatales revisten de sentido el quehacer de la mujer en la administración. La mujer para participar del ámbito de lo público tiene que cumplir con ciertos “roles de género”, es decir, para participar de la administración y la política lo tiene que hacer según el rol que le sea designado por ser mujer.
Nos preguntaremos entonces ¿Cuáles son esos roles de género que se le quiere imponer a la mujer? En el imaginario social, las mujeres, como categoría aislada, son consideradas las encargadas del bienestar familiar. Se las define vinculadas a las tareas de cuidado de la vida humana frágil: de niños y niñas, adolescentes, enfermos/as, discapacitados/as, adultos mayores (Anzorena, C. 2013). Los roles que se les imponen a las mujeres hacen referencia a la mujer-madre o a la mujer-cuidadoras. Es decir que, las sociedades asignan, y en el mismo movimiento prohíben, funciones diferentes a mujeres y varones fundamentalmente en el ámbito de la producción y de la reproducción. La noción de división sexual del trabajo indica que las actividades no se distribuyen de forma neutral, y muestra que mujeres y varones no están en igualdad de condición ni en la esfera privada ni en la productiva (Maruani, M. 2002).
Entendiendo lo antes dicho veamos cómo se estructura el rol de la mujer en el ejecutivo local. Las dos secretarias, Secretaria de Salud y Secretaria de Desarrollo Social, son encabezadas por mujeres que abrigan roles de género que por antonomasia son ocupados por mujeres, osea que se cumplen con el papel social de la “mujer cuidadora”. La secretaria de Salud nos arroja un total de 15 puestos ocupados por mujeres, contra 4 puestos que son ocupados por hombres, donde Verónica Ferraris encabeza el área. En cuanto a la Secretaría de Desarrollo Social, donde Paula Ferro desempeña el cargo de secretaria nos arroja un total de 28 puestos donde 18 son mujeres y 10 hombres. En cuanto a las secretarías de Intendencia, Obras Públicas y Seguridad, proyectan los números más alarmantes en cuanto a paridad de género. La estructura jerárquica de Intendencia, que se dedica a la asistencia del intendente, presenta 4 secretarios y 7 subsecretarios hombre y ninguna mujer. La Secretaría de Seguridad está casi integralmente constituida por hombres, solo 3 coordinaciones son ocupadas por mujeres sobre un total de 16 puestos jerárquicos. La secretaria de Obras Públicas presenta un total de 48 puestos donde la dirección, las subdirecciones y las direcciones generales no presentan cargos femeninos. En cuanto a las direcciones, que son un total de 13 puestos son ocupados por hombres y solo 4 ocupados por mujeres, las coordinaciones por su parte tienen 19 coordinadores.hombres y tan solo 6 mujeres (véase cuadro n°1). Veremos así, como las sociedades asignan, y en el mismo movimiento prohíben, funciones diferentes a mujeres y varones fundamentalmente en el ámbito de la producción y de la reproducción. La noción de división sexual del trabajo indica que las actividades no se distribuyen de forma neutral,
y muestra que mujeres y varones no están en igualdad de condición ni en la esfera privada ni en la productiva (Maruani, 2002).
El edificio administrativo en el Poder ejecutivo en Esteban Echeverría se cimienta así bajo una estructura jerárquica y desigual donde las mujeres son relegadas de los ámbitos de toma de decisión, incluso cuando estas son parte de las estructuras de la administración estatal se guardan para ellas lugares donde la construcción del rol de la mujer esconde el mantenimiento de las relaciones de dominación basadas en los prejuicios de mujer-madre. Las prácticas maternales no se agotan en lo subjetivo sino que determinan y son determinadas por fuerzas sociales y configuran los mitos sociales de la maternidad, que constituyen la producción y reproducción de un universo de significaciones imaginarias que determinan lo propio de cada género, que forman parte de los valores de la sociedad y de la subjetividad de varones y mujeres (Anzorena, C. 2013).
A modo de conclusión:
En el presente ensayo no solo pudimos demostrar que la paridad en el Poder Ejecutivo no es una paridad sustantiva, ya que guarda una estructura de desigualdad intrínseca en cuanto al acceso a los cargos de decisión en un patrón de exclusión por géneros. Del mismo modo queda demostrado que los roles de las mujeres en la administración local son reducidos al carácter de la asistencia y el cuidado. Sin desmerecer las áreas de Desarrollo Social o Salud, desde el Observatorio Esteban Echeverría, creemos justo que las mujeres y sus perspectivas hagan presentes en todas las áreas de gobierno para así garantizar una paridad real. La disputa por el sentido de la mujer en el ámbito local no solo esconde la pretensión de una paridad burguesa-liberal sino que plantea la disputa en el campo socio-simbólico, donde la voz y la gestión de las mujeres puedan ser encontradas en todas las áreas de gobierno.
Nos parece pertinente realizar una última aclaración sobre los datos que fueron utilizados en el presente ensayo. Como fue aclarado en la introducción toda la información aquí volcada fué extraída del presupuesto 2020 aprobado en el mes de diciembre del año 2019 por el Honorable Concejo Deliberante de Esteban Echeverría y sabemos que distan de la realidad del Poder Ejecutivo, ya que hoy la única secretaria que se encuentra en manos de una mujer es la Secretaria de Gobierno según la página oficial del Municipio de Esteban Echeverría, de igual manera aparece una nueva subsecretaría de cultura, encabezada por Adriana Wechsler
Bibliografía
Anzorena, Claudia. Mujeres en la trama del Estado: una lectura feminista de las
políticas públicas–1a ed.– Mendoza: Ediunc, 2013. 288 p.; 23x15 cm. –
(Indagaciones; 5)
Maruani, Margaret (2002). Trabajo y el empleo de las mujeres. Madrid:
Fundamentos.
[1] 126 puestos jerarquicos detentados por hombre y 88 puestos por mujeres.
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